Tras la reciente publicación del informe PISA, se espera un puente caliente de datos, análisis, opiniones y cuñadeces. No habría mayor problema si todo se quedara en X, pero estos debates suele trascender y acabar en la cola del supermercado, en la comida de Navidad, o algo peor: en boca de los políticos. Flaco favor hacen los cuñados twitteros al Estado de derecho, dando alas a partidos políticos que promueven el recorte presupuestario en materia educativa y social y la segregación del alumnado «malo». El otro día hablábamos de los malos y los buenos en esta entrada.
Imperdibles estos hilos para profundizar en esos resultados de este estudio de evaluación, y entender un poco más su concepto y el tratamiento en prensa que se le da.
Mientras tanto, Pisa solo hay una, y está en la Toscana.