Hoy Moisés se ha pasado Twitter (o X). Llevamos ya unos años escuchando las críticas exacerbadas hacia todas las metodologías que escapen del ‘la letra con sangre entra’.
La palabra gamificación nunca entrará en el vocabulario de lo aceptable para los seguidores de ese discurso, por razones obvias, pero… ¿Y si el sistema educativo tradicional fuese en realidad una gamificación gigantesca? ¿Y si tanto alumnos como profesores estuviéramos viviendo nuestro particular show de Truman, a la caza despiadada de notas y méritos profesionales?
Si es que Moisés tiene razón 😸